Próximamente
estará disponible en ebook mi nueva novela: Hijos del desierto.
Es una novela
situada en un futuro indeterminado en el tiempo, en el que, a
diferencia de lo que suele ser habitual, nos encontramos con una
sociedad más atrasada que la actual tanto desde el punto de vista
científico y tecnológico como en el cultural; una especie de
segunda edad media.
El rasgo más
destacado de ese futuro, y que mueve todo el argumento, consiste en
que el mundo se convertido en un inmenso desierto. Es más, los
árboles y las plantas han sido anatemizados. Sin embargo, la
naturaleza se rebela, y periódicas inundaciones de hojas asolan las
ciudades del desierto.
Y hasta aquí
puedo leer. De momento no puedo dar más información, pero voy a
adelantar una sinopsis y el primer capítulo íntegro.
Sinopsis
¿Te
imaginas un mundo futuro desértico, azotado periódicamente por
inundaciones de hojas? ¿Te imaginas un imperio del futuro, más
atrasado tecnológicamente, en el que los árboles y las plantas son
odiados, pero en el que sobrevive una isla de verdor?
El
punto de partida de la novela es una inundación de hojas y ramas que
sepulta la ciudad de Estrasburgo bajo toneladas de hojarasca.
¿Qué
misterio se esconde tras la lluvia de hojas? ¿Cuál
es su causa?
¿Sobrevivirá
el Imperio a la invasión arbórea? ¿Vencerá
el Imperio a los árboles? ¿O será devorado el desierto por las
plantas?
Descúbrelo
en Hijos del desierto, una
novela en la que hay aventuras, acción, intrigas palaciegas,
asesinatos, traiciones y misterios por resolver, pero que al mismo
tiempo pretende ser una parábola sobre la deforestación.
Capítulo 1: La
inundación
Esta
historia comienza en una ciudad fronteriza, decadente, una ciudad sin
nombre, sin identidad propia, una ciudad azotada por los más
inverosímiles acontecimientos, una ciudad que nadie recordaría si
no fuera por los sucesos que aquí se relatan.
Era
media tarde cuando las primeras hojas, amarillentas y ajadas,
comenzaron a caer. Una hoja rozó la calva de un anciano que paseaba
apoyándose en un grueso bastón, y éste aceleró su marcha cansina
como si huyera de la peste negra. Mientras caminaba con paso
renqueante, miraba hacia el cielo, algo extrañado y asustado, pero
quizá también con alegría, pensando en que el insufrible calor
diurno que padecían desaparecería de una vez. ¡Y ya era hora! El
corto invierno se estaba demorando en demasía.
–¡Qué
pedazo de inútiles! –farfulló indignado–. Otra vez han fallado
las mallas de contención.
La
lluvia de hojas continuó toda la tarde sin interrupción, lenta pero
inexorable. Un manto amarillo iba cubriendo poco a poco las aceras,
las calles y los jardines. Algunos niños, acabada la jornada
escolar, salían en tropel a lanzarse sobre los mullidos colchones,
como si se tratara de la primera gran nevada del año. Sin embargo,
muchos de ellos eran arrancados de allí por sus atribulados
progenitores, que les gritaban con voz histérica mientras sus hijos
lloraban desencantados.
Al
fin, con algo de retraso, aparecieron los barrenderos, los agentes de
la ley. El tétrico aullido de los furgones amarillos de los equipos
de limpieza, los krakens, marcaba el toque de queda ciudadano, pues
eran, a su manera, unas modernas fuerzas del orden. Enfundados en sus
herméticos trajes amarillos, y armados con su inconfundible tercer
brazo, un largo tubo amarillo capaz de succionar mil hojas en pocos
segundos, comenzaron su dura tarea de limpieza.
En
pocos minutos tras su llegada, las calles quedaron desiertas,
abandonadas por la gente, que no parecían dispuestos a presenciar in
situ una nueva lucha entre David y Goliat. El rugido del fuerte
viento competía con el bramido de los potentes aspiradores, que
surgían como inmensos tentáculos de la barriga de los krakens. Se
diría que el dios Eolo, herido en su orgullo, trataba de levantar
olas de hojas marchitas sobre los fieros calamares gigantes que
osaban desafiarle una y otra vez. Y, así, mientras un mar de
hojarasca embravecido anegaba la ciudad, miles de operarios se
afanaban por engullirlo y restablecer el orden.
Una sinopsis que invita a leer los capítulos. Buen principio.
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Espero que en a lo largo del mes de junio esté disponible la novela en formto digital.
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